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El título de este libro se explica a partir de una fábula que dice así:
“Hubo una vez un hombre que en Carnaval se disfrazó de sí mismo y parecía otro y fue muy feliz, aunque el miércoles de ceniza volvió a ser el de todos los días, es decir, el que los demás querían que fuera”.
La lamentación por la deshumanización es universal y se refiere a numerosos ámbitos de la vida humana. También al ejercicio del liderazgo. Para bien y para mal, el líder de cualquier organización o grupo influye con su ser y su hacer en la densidad humana de las personas, sus relaciones y los servicios que prestan.
El título de estas páginas es evocador: Escucha su latido, el latido de un corazón que el apóstol Juan tuvo la suerte de escuchar al reclinar la cabeza en el pecho del Señor. Muchos se acercan al Evangelio con la frialdad de la indiferencia y no perciben ese palpitar amoroso que resuena en el mensaje escrito.
El yo es fuente inevitable de sufrimiento, porque, en su afán de autoafirmarse, identificándose con la mente, nos aleja de la realidad y de la vida. Consciente del destino a donde el yo conduce, del sufrimiento que genera y de la ignorancia y mentira en que nos envuelve, nos resultará fácil reconocer la necesidad y la importancia de liberarnos de él. Y, dado que el yo solo vive y es alimentado
Hay un espacio en mí sobre el cual nadie tiene poder. Es el espacio donde Dios habita en mí. Allí entro en contacto con mi verdadero yo. Allí soy por entero yo mismo. Allí mi yo está protegido. Allí crece mi autoestima y soy cada vez más yo mismo.
En ese espacio nos sentimos seguros y podemos escapar de la tiranía de la cotidianeidad y concentrarnos en nosotros mismos. En él llegamos a ser libres.
Medio siglo de investigación psicoterapéutica ha demostrado que la calidad de la alianza terapéutica es el predictor más robusto del éxito del tratamiento. Este libro presenta un marco sistemático para negociar las tensiones y rupturas en la alianza terapéutica y para transformarlas en progresos. Los hallazgos claves del psicoanálisis y de otras modalidade…
En la vida todos experomentamos pérdidas. Es una experiencia muy común, siempre compleja, sobre todo cuando nos dolemos por la muerte de un ser querido, por una ruptura afectiva, por la enfermedad inesperada, por el fracaso...
No es fácil adentrarse en la dolorosa sinfonía de sensaciones...? Desgarro, desconcierto y confusión, vacío interior y soledad...? El corazón, herido y contrariado, suspira…
Despertar es saber que la felicidad se encuentra dentro del corazón humano, de ahí la búsqueda de un camino interior para que nuestro rostro pueda llegar a mostrar la alegría de vivir. Es Jesús de Nazaret quien diseñó este camino de la felicidad en su discurso sobre las Bienaventuranzas.