Motivación y salud
¿Cómo motivarnos para un cuidado humanizado? ¿Qué nos motiva y qué nos desmotiva, para ser felices en las relaciones de ayuda, a la vez que eficaces?
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        José Carlos Bermejo es Religioso camilo, doctor en teología pastoral sanitaria y máster en bioética y counselling, es profesor en la Universidad Ramón Lull de Barcelona y en la Católica de Portugal. Ha publicado cerca de sesenta libros relacionados con la humanización. 
Dirige el Centro San Camilo en Tres Cantos –Madrid– (www.humanizar.es), Centro de Humanización de la Salud y Centro Asistencial para mayores y cuidados paliativos, y es director de varios posgrados sobre counselling, duelo, gestión, etc.
¿Cómo motivarnos para un cuidado humanizado? ¿Qué nos motiva y qué nos desmotiva, para ser felices en las relaciones de ayuda, a la vez que eficaces?
Este libro es el segundo volumen de oraciones de agradecimiento para humanizar la cotidianeidad. 
Quiere cultivar un espíritu saludable, poniendo palabras al reconocimiento de lo que de bien recibimos cada día. 
Si el poder de la escucha es inmenso, el de la palabra es indiscutible. Anhelamos la escucha especialmente cuando sufrimos. La necesitamos como la cierva sedienta busca el agua. Buscamos la escucha y esperamos la palabra: la palabra oportuna, comprensiva, adecuada, la que sostiene y, en su caso, orienta, ilumina, conforta, consuela.
Estas páginas presentan las tareas, el trabajo del duelo, de naturaleza espiritual.
Cuando hablamos de espiritualidad, nos referimos a esa dimensión inherente a todo ser humano, que no se agota en la religiosidad.
Humanizar. Lo deseamos todos. Lo sentimos, lo necesitamos. Especialmente en el campo de la asistencia sanitaria. Somos cada vez más los apasionados por conjugar este verbo al atender a los enfermos y familiares.
Dar gracias es necesario para la salud. Dar gracias es tener el corazón habitado de memoria agradecida. Dar gracias es un deber. Dar gracias hace construir un mundo más humano, humaniza.
En el mundo de pandemia por COVID-19, la muerte física se ha esposado con la vida digital.
Miles de muertos en Facebook, códigos QR en las lápidas para escanear y algo así como decir: Lázaro, sal fuera.
Lentamente se está introduciendo en ciertos contextos culturales el paradigma de lo espiritual. La cuestión del espíritu está adquiriendo un peso específico en la reflexión en torno al cuidar. Incluso en culturas pragmáticas y utilitaristas, la cuestión del espíritu está adquiriendo una cierta trascendencia.
Con frecuencia, para vivir equilibradamente, sanamente, sin malestares… necesitamos fármacos. Nos los indican los médicos, los tomamos nosotros o nos los suministran por varias vías… Los fármacos se expenden en forma de medicamentos, que contienen uno o más principios activos…
Pero la vida gozosa y saludable no la encontramos en los productos químicos…
La vida consagrada no envejece. Ya ha envejecido, al menos en Europa. Los religiosos y religiosas viven con no pocas preocupaciones y preguntas con ocasión de este hecho. ¿Podemos sentirnos igualmente apasionados por Jesús y su proyecto al ver que se puede acabar nuestra historia? ¿Morirá nuestro carisma? ¿Quién y cómo nos cuidamos ahora que somos mayores y necesitamos ayuda?
La lamentación por la deshumanización es universal y se refiere a numerosos ámbitos de la vida humana. También al ejercicio del liderazgo. Para bien y para mal, el líder de cualquier organización o grupo influye con su ser y su hacer en la densidad humana de las personas, sus relaciones y los servicios que prestan.