Encuentros con el silencio
La esencia del Ser es el silencio. El silencio es el hilo conductor de la existencia y del universo. Los seres humanos somos conductores del Todo y, a través nuestro, Dios se hace consciente de sí mismo y es capaz de
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La esencia del Ser es el silencio. El silencio es el hilo conductor de la existencia y del universo. Los seres humanos somos conductores del Todo y, a través nuestro, Dios se hace consciente de sí mismo y es capaz de
En el mundo de pandemia por COVID-19, la muerte física se ha esposado con la vida digital.
Miles de muertos en Facebook, códigos QR en las lápidas para escanear y algo así como decir: Lázaro, sal fuera.
El que se inicia en la búsqueda de Dios sufre un proceso similar al que vive una mujer embarazada. Al principio nada siente, nada detecta. Solo algunos síntomas comunes a otras emociones del alma y cuya causa, Dios o sí mismo, le será difícil discernir. Sostenido por la fe y la esperanza de que en algún momento de su vida Dios le mostrará su rostro, continuará en el empeño.
Como es bien sabido, los cuatro Evangelios no son otra cosa que una recopilación de breves relatos que nos explican en qué consistió y cómo se realizó la “humanización de Dios” en aquel modesto y sencillo galileo, de hace casi dos mil años, que fue Jesús de Nazaret.
Vivimos una crisis de conexión, el mundo moderno nos saca muchas veces de nuestro centro, y al mismo tiempo anhelamos volver a conectar, anhelamos volver a casa.
Mediante 52 reflexiones y prácticas de mindfulness y compasión –una por cada semana del año–, el presente libro nos invita a reconectar con el mundo de la vida, y a reconocernos como seres con anhelos y necesidades comunes.
Rafael Redondo nos habla de borrarse para que en uno el Ser siga siendo Ser. Sin dejar apenas huella. Tal es la condición para el brotar de la semilla de todo acto creador. Una suerte de vivirse como aliento, como anterior resuello, como antecomienzo de toda palabra. Un radical des-conocimiento, la no-intencionalidad del artista de la vida; la simplicidad de la inmediatez:
Desde las últimas décadas del siglo pasado se va divulgando en nuestra cultura un método de autoconocimiento llamado Eneagrama, que comprende nueve patrones psicológicos y espirituales básicos, uno de los cuales nos identifica.
Dios es y permanece siempre como Misterio Santo y se manifiesta al hombre como Presencia absoluta en la adoración, en acto permanente de DAR-SE-NOS. Semejante búsqueda del hombre por parte de Dios hace posible toda búsqueda de Dios por parte del hombre.
Muchas personas quieren escapar de la rueda de hámster en la que se mueven a diario y desean que su trabajo les resulte plenificante y lleno de sentido.
La atracción que desde siempre ha ejercido el evangelio de Juan se explica por la profundidad de su sabiduría y por la belleza y elegancia de su simbología. Sin embargo, y a pesar de una apariencia contraria, hay algo que lo hace único entre los escritos cristianos de primera hora: la comprensión no-dual que lo sostiene y que permite nombrarlo como “el evangelio de la no-dualidad”.
En este libro se nos da un seráfico abrazo en el hondón de nuestra alma. No tanto por lo que dice, sino por lo que sugiere, por la vida que atesora en su interior. En pocas páginas podemos acceder a doscientos años de místicas. Más aún: compartir sus vivencias e incluso aprovecharlas, y acceder a un mundo tan fascinante como escondido. El resultado es un deseo y una realidad.