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Amigos y devotos de las Hermanas de la Cruz, acostumbrados desde hace lustros a su presencia en las calles de ciudades y pueblos andaluces, se llevarán una gran sorpresa si les digo que las posturas más avanzadas, más arriesgadas de los grupos apostólicos de los últimos años en la Iglesia del Concilio Vaticano II, coinciden asombrosamente con el espíritu y la práctica…
Es una excelente idea publicar grandes textos patrísticos sobre la mujer en un momento en que el movimiento de 'liberación femenina' atribuye a la Iglesia y de forma más general a la influencia de la Biblia la inferioridad y la minoría de edad a las que el mundo moderno tiende a reducir a la mujer.
El mundo actual -decía Pablo VI- no necesita maestros, sino testigos. Y es cierto. Es cada vez más cierto. Las palabras abundantes no pueden sustituir el testimonio de la vida. No cabe duda de que Francisco Javier es un testigo cualificado del Evangelio
Perder a alguien de quien recibíamos afecto, cuidados, atención, apoyo, complicidad, protección, compañía, amor, etc. y a quien posiblemente dábamos lo mismo es una experiencia terriblemente dolorosa e invalidante. Es como si experimentáramos una gran sacudida que nos afectará a todos los niveles de nuestra existencia, pudiendo aparecer síntomas y desajustes a nivel físico, emocional, cognitivo…
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