Educar al lado
Hacia una educación experiencial centrada en la persona
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Hacia una educación experiencial centrada en la persona
Ser y Presencia de los educadores con Co-razón
Formas prácticas de ayudar a los niños y jóvenes autistas a aprender y a tener éxito
El objetivo de este libro es mostrar la grandeza de la profesión docente enraizada en la capacidad transformadora de la educación
Cada trastorno –hiperactividad, inatención, dislexia, discalculia, trastorno de conducta, estado de ansiedad…– viene precedido de una explicación teórica del mismo y se señalan los principales instrumentos y/o test de evaluación que hay en el mercado para su diagnóstico. También se ofrecen actividades y técnicas para su tratamiento y mejora.
La educación de los hijos está condicionada, aunque no determinada, por nuestra propia infancia, por eso es tan importante revisar qué tipo de autoestima tenemos antes de entrar en la maternidad, porque las heridas emocionales, aunque no se borran, se pueden sanar o al menos podemos aprender a vivir con ellas para educar sin dañar y de forma emocionalmente competente.
Este libro, esencial en tiempos de creciente ansiedad social entre los más jóvenes, ofrece una serie de actividades seguras y nutritivas para construir seguridad y abordar la ansiedad.
En una clase de Psicología Social, ya lejana en el tiempo, escuché del profesor:
“Uno no elige quién quiere ser, sino a qué grupos quiere pertenecer; pues la identidad es algo más social que individual”.
«Ser adolescente es en nuestros días más duro que nunca –y esta joya de libro ofrece una ayuda práctica y dotada de base científica–».
Rick Hanson, PhD, autor de Resiliente.
La crianza y la educación son dos aspectos diferentes de una misma experiencia: los hijos. Mientras que la crianza se refiere a aspectos básicos de supervivencia y cuidados, la educación se dirige a dotar a los hijos de los recursos físicos, mentales y emocionales para relacionarse con el entorno de manera sana y equilibrada, tanto en el presente como en el futuro. Pero parece que la educación emocional ha sido siempre la gran olvidada y se ha dejado que cada niño y niña desarrolle su “manual de instrucciones emocional” de manera espontánea y autónoma, sin guía ni supervisión, mientras que para el cuerpo y la mente hay entrenadores, maestros y demás profesionales.