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Cristina González Alba nació en Sevilla, donde estudió la carrera de Derecho. Vivió más de veinte años en Tierra del Fuego, Argentina. Allí se dedicó a la docencia, tanto en universidades como en colegios secundarios, de diversas asignaturas, y colaboró activamente en los programas de catequesis de su diócesis. Actualmente, de vuelta en Sevilla, trabaja en el Rectorado de la universidad donde hizo sus estudios, como funcionario de carrera.
El que se inicia en la búsqueda de Dios sufre un proceso similar al que vive una mujer embarazada. Al principio nada siente, nada detecta. Solo algunos síntomas comunes a otras emociones del alma y cuya causa, Dios o sí mismo, le será difícil discernir. Sostenido por la fe y la esperanza de que en algún momento de su vida Dios le mostrará su rostro, continuará en el empeño.
Benedicto XVI nos dice que San Pablo “se entregó totalmente por la unidad y la concordia de todos los cristianos”.
Pero antes, tuvo que luchar mucho. Su conversión, aunque parezca tan simple como “caerse de un caballo”, no fue fácil. La vida de Pablo fue, según sus propias palabras, un duro combate.