La respuesta es sencilla: si. Claro que si. No se trata de componer poemas exquisitos para ofrendarlos en el altar de la lirica, sino de entender y de expresar nuestra vida y nuestro mundo desde una óptica diferente: la que nos brinda una mirada poética.

 ?Y cómo se consigue esto? ?Cómo se aprende y se educa una mirada poética? Por ejemplo, del modo ameno y practico que proponen Reyes Adorna y Jaime Covarsi en “Poesia terapéutica”, el libro que publica Desclée De Brouwer y que contiene “194 ejercicios para hacer un poema cada dia”.

Un manual con ciento noventa y cuatro ejercicios sencillos y sabiamente planteados: en cada ejercicio se propone la escritura de un poema sobre un tema determinado y, a modo de inspiración, se incluye el verso que algun poeta destacado escribió en una ocasión sobre ese mismo tema.

El temario y las propuestas del libro son una delicia y un estimulo para dar rienda suelta y descubrir nuestra creatividad. Un manual para sacar al poeta que todos llevamos dentro, en un ejercicio catartico para depurar nuestro universo mental y emocional. Sabemos que el poder terapéutico de la escritura es enorme, ya que favorece las conexiones entre los dos hemisferios del cerebro. Y en particular, el lenguaje poético estimula mas que ningun otro la actividad en las areas cerebrales; escribir poesia conecta de inmediato nuestro lado racional con el emocional y creativo.  

“Poesia terapéutica” nos ensena cómo educar nuestra mirada poética con un ejercicio diario de escritura. Nos invita a crear un habito saludable, con verso libre y sin pretensiones literarias, para que fluyan, sin que nos demos cuenta, los recursos y las figuras del lenguaje poético que cambiaran nuestra mirada.