¿Necesita Dios de un hombre para perdonarme?
La Penitencia, un sacramento contestado (90 preguntas sobre la Confesión)
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La Penitencia, un sacramento contestado (90 preguntas sobre la Confesión)
Pistas para descubrir y comprender nuestras minusvalias
El proceso interior en sus Confesiones.
Elaborar la imagen de san Agustín de la existencia cristiana, la interpretación del acontecer interior relatado por las Confesiones, no puede ser simplemente el relato de una conversión moral y religiosa, una conversión del mal al bien, de la incredulidad a la fe. Por el camino surge también una interpretación psicológica.
¿Siento que procedo maduramente, de acuerdo a mi edad y situación vital? ¿Respondo con relativa madurez a la estimulación de mi mundo interior y ambiental? ¿Soy modesta pero realmente feliz conmigo mismo, a la vez que establezco relaciones personalizadoras, madurantes? Viejas preguntas que abren cuestiones siempre actuales.
Este libro, aunque básicamente contenga el testimonio de un cura hijo del Vaticano II, puede muy bien leerse como una parte de la historia más reciente de la Iglesia Católica en nuestro Estado Español.
Son heroínas, son sabias, son supervivientes, son mujeres de mar, itsasemakumeak, acostumbradas a encararse a los temporales, a hacer frente a las galernas, a acarrear penas y cargas, a supervisar a los vivos, a honrar a los muertos... Nada de lo que aquí se pueda contar se aproxima a la dureza de sus vidas, y a pesar de todo, y de algunos, perduran…
El Judas de la fe y el Iscariote de la historia.
El 'Evangelio de Judas' se descubrió en los 70 del pasado siglo y ha tardado cerca de 30 años en llegar al dominio público y al análisis crítico. El renombrado erudito bíblico y obispo de Durham (Inglaterra) Tom Wright, dirige su atención hacia este fascinante manuscrito. Wright se pregunta qué nos dice el texto acerca del antiguo gnosticismo…
Contemplando y predicando.
En una sociedad tentada por la desesperación, la fe en Jesús de Nazaret sostiene nuestra esperanza y nos hace llevar la fiesta en el corazón, cantando cada día la Buena Noticia que Él nos trae de parte de Dios: “los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la salvación” -Lc 11,5-.