Utilizamos Cookies propias y de terceros para recopilar información para mejorar nuestros servicios y para análisis de tus hábitos de navegación. Si continuas navegando, supone la aceptación de la instalación de las mismas. Puedes configurar tu navegador para impedir su instalación.
Cookies necesarias
Siempre activo
Estas cookies son extrictamente necesarias para el funcionamiento de la página, las puede desactivar cambiando la configuración de su navegador pero no podrá usar la página con normalidad.
Cookies usadas
Cookies funcionales
Estas cookies proveen información necesarias a aplicaciones de la propia web o integradas de terceros, si las inhabilita puede que encuentre algunos problemas de funcionarmiento en la página.
Cookies usadas
Cookies de analítica
Estas cookies se usan para analizar el trafico y comportamiento de los clientes en la página, nos ayudan a entender y conocer como se interactua con la web con el objetivo de mejorar el funcionamiento.
Cookies usadas
Cookies dirigidas
Estas cookies pueden ser del propio sitio o de terceros, nos ayudan a crear un perfil de sus intereses y ofrecerle una publicidad dirigida a sus gustos e intereses.
Cookies usadas
Se informa al usuario de que tiene la posibilidad de configurar su navegador de modo que se le informe de la recepción de cookies, pudiendo, si así lo desea, impedir que sean instaladas en su disco duro.
A continuación le proporcionamos los enlaces de diversos navegadores, a través de los cuales podrá realizar dicha configuración:
Textos de Benedicto XVI a los jóvenes recopilados por José Pedro Manglano.
En la historia de las religiones, los dioses siempre se han distinguido por su poder, un poder guiado por su majestuosidad e incluso por su capricho. En contraste total, los cristianos presentamos un Dios perdedor, niño, mal negociante, pequeño, tierno, esclavo, no entrometido... Sí.
Entre los siglos III y VI d.C. florecieron en los desiertos de Siria y de Egipto innumerables colonias de monjes. Siguiendo el ejemplo de san Antonio Abad, muchas personas se retiraron al desierto en busca de sí mismas. Y tras sus huellas anduvieron muchísimos peregrinos, que ansiaban recibir una palabra de consejo de quienes ya se habían adentrado…
En este libro se levanta el velo del santuario de la vida contemplativa. Salta de lo hondo de la experiencia orante un torrente de agua viva. Porque la vocación contemplativa tiene “de oficio” acreditar a Dios ante los hombres: que Dios existe; que Dios se deja experimentar; que Dios transfigura la vida; que Dios hace feliz… que ¡solo Dios basta!
¿Me cuesta perdonar? ¿Guardo rencor en mi corazón? ¿Salto por menudencias o alimento deseos de venganza? Son preguntas que todos nos hacemos y que piden a gritos una respuesta. Para recuperar la paz, para ganar en alegría. El odio y el rencor se superan poniendo amor. Perdonar es amar, comprender, disculpar. Con mansedumbre, con humildad.
Me entusiasmé profundamente del Jesucristo del Evangelio. Me alimenté todos los días de todos los años con la Eucaristía. Gocé profundamente y sentí a un Padre-Dios en la Naturaleza. Me fui a vivir con “ellos”, los preferidos del Señor. Y salió este librito para compartirlo contigo.
Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba; para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: «Abriré en parábolas mi boca; declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo». (Mt 13, 34-35)
Las tradiciones espirituales han usado siempre el cuento para transmitir sus enseñanzas…