Esperando al Espíritu
Nueve reflexiones como preparación a la fiesta de Pentecostés
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Nueve reflexiones como preparación a la fiesta de Pentecostés
Los miedos en la vida humana, el miedo de Jesús, nuestros miedos en la Iglesia actual.
El miedo es un sentimiento indisociable del hecho de vivir, y cumple su impagable oficio de custodiar nuestras vidas. Cuando algún peligro nos acecha, el miedo nos avisa para que tomemos precauciones. Pero con frecuencia exageramos nuestro miedo o concebimos miedos imaginarios, fobias, patologías del miedo.
Perder a alguien de quien recibíamos afecto, cuidados, atención, apoyo, complicidad, protección, compañía, amor, etc. y a quien posiblemente dábamos lo mismo es una experiencia terriblemente dolorosa e invalidante. Es como si experimentáramos una gran sacudida que nos afectará a todos los niveles de nuestra existencia, pudiendo aparecer síntomas y desajustes a nivel físico, emocional, cognitivo…
Mística cotidiana.
Gisela Zuniga, antigua alumna de Karlfried Graf Dürckheim y Willigis Jäger, pero también de San Juan de la Cruz, Teresa de Ávila, el Maestro Eckhart, Heinrich Seuse, Johannes Tauler y tantísimos otros maestros cristianos, ha descubierto su propio camino de contemplación místico-cristiana y lo enseña en numerosos centros de meditación de todo el mundo.
Textos de Benedicto XVI a los jóvenes recopilados por José Pedro Manglano
40 dichos de los padres del desierto.
Entre los siglos III y VI d.C. florecieron en los desiertos de Siria y de Egipto innumerables colonias de monjes. Siguiendo el ejemplo de san Antonio Abad, muchas personas se retiraron al desierto en busca de sí mismas. Y tras sus huellas anduvieron muchísimos peregrinos, que ansiaban recibir una palabra de consejo de quienes ya se habían adentrado…
En este libro se levanta el velo del santuario de la vida contemplativa. Salta de lo hondo de la experiencia orante un torrente de agua viva. Porque la vocación contemplativa tiene “de oficio” acreditar a Dios ante los hombres: que Dios existe; que Dios se deja experimentar; que Dios transfigura la vida; que Dios hace feliz… que ¡solo Dios basta!
Me entusiasmé profundamente del Jesucristo del Evangelio.
Me alimenté todos los días de todos los años con la Eucaristía.
Gocé profundamente y sentí a un Padre-Dios en la Naturaleza.
Me fui a vivir con “ellos”, los preferidos del Señor.
Y salió este librito para compartirlo contigo.
Una fuente de espiritualidad.
Todo esto habló Jesús por parábolas a la gente, y sin parábolas no les hablaba; para que se cumpliese lo dicho por el profeta, cuando dijo: «Abriré en parábolas mi boca; declararé cosas escondidas desde la fundación del mundo». (Mt 13, 34-35)
Las tradiciones espirituales han usado siempre el cuento para transmitir sus enseñanzas…