Del ¡vivan los novios! Al ¡ya no te aguanto!
Para el comienzo de una relación en pareja y una convivencia más inteligente.
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Para el comienzo de una relación en pareja y una convivencia más inteligente.
El mundo actual -decía Pablo VI- no necesita maestros, sino testigos. Y es cierto. Es cada vez más cierto. Las palabras abundantes no pueden sustituir el testimonio de la vida. No cabe duda de que Francisco Javier es un testigo cualificado del Evangelio
Si sientes ansiedad o te preocupas demasiado desde hace meses o años, este libro es para ti. También lo es si te preocupa mucho tu salud, o si temes enloquecer o perder el control y hacer cosas que no quieres.
En Jesús, Dios nos dice cada día todo cuanto nos tiene que decir. El problema está en nosotros, que, con demasiada frecuencia, ponemos nuestra atención y nuestros intereses en otras cosas, que poco o nada tienen que ver con el Evangelio.
Este libro nace del interés por ayudar a quienes acompañan a otras personas en sus procesos vitales más hondos. Fundamentalmente es un cuaderno-instrumento que no pretende hacer tratados, sino facilitar la posibilidad de encontrar caminos para acompañar. Es un acompañamiento complejo que tiene algo de psicológico, de espiritual y de compromiso: las personas que nos topamos en la vida traen…
Vivimos una crisis de conexión, el mundo moderno nos saca muchas veces de nuestro centro, y al mismo tiempo anhelamos volver a conectar, anhelamos volver a casa.
Mediante 52 reflexiones y prácticas de mindfulness y compasión –una por cada semana del año–, el presente libro nos invita a reconectar con el mundo de la vida, y a reconocernos como seres con anhelos y necesidades comunes.
El mindfulness ha impregnado nuestras vidas modernas, y con razón –se ha demostrado que refuerza el estado de ánimo, reduce el estrés, mejora la salud y maximiza el rendimiento–.
Comentario al evangelio diario. Ciclo B (2014-2015).
Los evangelios no son un libro de religión. No puede serlo un libro en el que el protagonista, Jesús, fue odiado y perseguido por los dirigentes religiosos hasta el juicio y la condena a muerte. Porque fue la religión la que mató a Jesús. Lo dice el evangelio de Juan: Nosotros tenemos una Ley y, según esa Ley, tiene que morir (Jn 19,7).