Profundidad humana, fraternidad universal
Para sorpresa general, la espiritualidad es un valor en alza. Pero, en realidad, la emergencia espiritual de la que somos testigos no resulta algo extraño: liberada de lastres del pasado y de superficialidades posmodernas, espiritualidad es sinónimo de profundidad humana y, por tanto, de fraternidad universal.