REACTÍVATE. Menos medicamento y más movimiento

REACTÍVATE. Menos medicamento y más movimiento

“La vida es aquello que ocurre mientras estás haciendo otros planes” nos dejó como legado John Lennon.

En efecto, en este mundo estamos de paso y solo se vive una vez, por lo que no tiene sentido sobrevivir amargado y en espera de que llegue la gran felicidad. Debemos vivir cada día – y cada momento– con pasión y amor, como si fuese nuestro ultimo día de vida, pero, para poder hacerlo con plenitud, es imprescindible el equilibrio entre todos los planos del ser humano.

Por fortuna, tenemos a nuestro alcance una herramienta mágica que puede afectar positivamente a conseguir dicho equilibrio en lo más profundo de la persona: activarse con conciencia, o sea emocionarse y cargarse de energía mediante el movimiento (e-motion). Este libro va dirigido principalmente a concienciar a la población de la importancia del ejercicio físico y el deporte como el mejor polifármaco para la vida, medicamento universal básico para todo el ciclo vital, favoreciendo el desarrollo integral, desde una mirada más profunda.

Vivimos en una época de importantes transformaciones. El sedentarismo, el estrés, la depresión o la obesidad (hoy día también la pandemia mundial de la COVID-19) son algunas lacras de la sociedad actual, pero si hubiese que recalcar una problemática, probablemente señalaríamos una escasa inteligencia emocional y espiritual. Por ello, nadie duda del importante papel que el adecuado ejercicio físico desempeña respecto a estas problemáticas y al fomento de la salud integral a lo largo de toda la vida.  

Durante la infancia y adolescencia, es un agente fundamental para el autodescubrimiento, la transmisión de valores y la educación integral, para lo que debe estar dirigido por técnicos bien formados pedagógica y emocionalmente. Ello favorece el desarrollo cognitivo y académico de los jóvenes, así como fortalece su salud emocional y espiritual para el resto de su vida. No podemos olvidar el rol de los padres, eliminando todo tipo de presiones hacia la consecución de resultados a cualquier precio; una medalla no vale más que la salud de tus hijos.

En la fase central de la vida, para jóvenes y adultos es clave el equilibrio psicofísico y emocional. Para ello, debemos mirar hacia dentro reflexionando sobre nuestro estilo de vida, intentando adoptar, en su justa medida, hábitos de vida saludable. En muchas ocasiones, nos estamos suicidando con nuestra forma de vivir (sedentarismo, estrés, mala alimentación, tabaco, poco descanso, abuso de ocio tecnológico pasivo, carencias emocionales…), por lo que entendemos la necesidad de incorporar el ejercicio físico, como medio y no como fin, para la aportación de equilibrio, energía y actitud positiva para la vida, así como para el desarrollo de la salud holística –bienestar físico y serenidad interior–.

"La clase de persona que serás dentro de cinco años tendrá dos grandes influencias: los libros que leas y la gente con la que te asocies". - Robin Sharma

Al entrar en el mundo laboral, pasamos muchas horas en nuestro puesto de trabajo. No debemos olvidar que el recurso más importante de la empresa es la persona, por encima de la productividad. Si el empleado no está bien consigo mismo, será complicado que pueda estar bien con los demás y obtener productividad laboral, por lo que consideramos de máxima importancia la promoción de la salud integral desde el lugar de trabajo para que sea una empresa realmente saludable. Para conseguirlo, debemos mejorar el auténtico ADN de cada persona de la organización (actividad física, descanso y nutrición).

Por último, nos vamos haciendo cada vez mas mayores, en una sociedad que envejece a pasos agigantados. Nuestra aportación es clave para poder dar años a la vida, pero sobre todo vida a los años a través del envejecimiento activo, llegando a la vejez con la mayor calidad de vida posible, siendo autónomos física y mentalmente. Para ello, es fundamental el papel preventivo del ejercicio físico ante infinidad de enfermedades degenerativas, fragilidad e incapacidad, facilitando que vivamos con plenitud, autonomía e independencia hasta el final de nuestros días.

Aunque la ciencia confirma los innumerables beneficios de una práctica física controlada y adecuada para cada persona, aun queda mucho camino por recorrer, siendo necesario poner en vigor estrategias para activar a toda la población. La prevalencia de la mayoría de las enfermedades crónicas se incrementa en la población inactiva, por lo que la activación contribuye de una manera importante a la reducción de la factura sanitaria y a mejorar la salud integral de la persona.




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