“Un gesto puede tener mas fuerza que la palabra para el perdón”

“Un gesto puede tener mas fuerza que la palabra para el perdón”


Los cuentos tradicionales son pozos que guardan las voces interiores del alma. Ana Garcia-Castellano explica de ese modo tan poético la gran potencialidad que encierran los cuentos, que no sólo transmiten ensenanzas, sino que son realmente utiles para ayudarnos en nuestros procesos personales; por ejemplo, en el del perdón. De eso habla su ultimo libro, “Érase una vez el perdón”, publicado por Desclée de Brouwer. Un libro delicioso, en el que su autora, narradora oral y counsellor, entre otras muchas cosas, bucea en las interioridades de cuatro cuentos para desentranar el lenguaje simbólico que encierran sobre el perdón y la reconciliación.

P: Pregunta obligada: ?Pueden ensenarnos los cuentos algo sobre el perdón?

R: Los cuentos son pozos que guardan todas las voces interiores del alma. Junto a los sentimientos de venganza, la necesidad de reconciliación esta siempre latente cuando se comete un dano. Por tanto, los cuentos nos hablan de esa inquietud en sus mensajes simbólicos. Saber desentranarlos, elegir las historias, es la misión de quien cuenta, a la hora de sacar a la luz los contenidos restaurativos de nuestros cuentos tradicionales.

P: A veces, un simple malentendido esta en el origen de una ofensa. En tu libro lo abordas al analizar el primer cuento…

R: Si, y en los momentos que vivimos, esta afirmación cobra especial realismo. Cuando construimos nuestra persona sobre las expectativas que tenemos de los demas, negamos toda posibilidad de un dialogo fluido y auténtico. Cualquier respuesta que no sea la esperada, es recibida como agresión. Es asi como el rey del cuento “Gorra de junco” acoge la confesión de su hija, que le hace estallar en un ataque de ira. Las consecuencias desencadenan un largo periplo hasta la reconciliación.

P: El perdón no es un acto volitivo en frio, sino un itinerario que requiere de un tiempo. ?Por qué?

R: Todo dano infligido a un semejante rompe de forma violenta el vinculo personal, el tejido social. Como toda herida, requiere un proceso de sanación, que exige unos tiempos que no se pueden forzar. Obligar a un nino, por ejemplo, a hacer las paces sin mas, hace que se cierre la herida en falso. Antes es necesario asumir el dano, tanto por la victima como por el victimario, dar tiempo a que el desgarro cicatrice para que no vuelva a sangrar de nuevo.

“Un gesto puede tener mas fuerza que la palabra para el perdón”

P: ?Puede haber perdón sin un arrepentimiento previo del ofensor? ?Y si éste no es consciente de su responsabilidad?

R: El perdón es una opción, la victima puede elegir perdonar independientemente de que el victimario esté dispuesto a recibirlo. Pero la consumación de la reconciliación si exige una toma de contacto del autor del dano con la responsabilidad de su acción, un deseo de restauración. Son paradigmaticos los procesos seguidos por victimas y ex-miembros de ETA en el Proyecto Nanclares. En ellos existe voluntad de encuentro y dialogo por ambas partes.

P: ?Puede un simple gesto ser incluso mas eficaz que la palabra para pedir perdón?

R: Los gestos pueden tener mas fuerza que las expresiones verbales. Concentran los sentimientos y las emociones, nos dotan de un lenguaje tacito que nos evita en muchas ocasiones la torpeza de las palabras. Pero no podemos olvidar que somos las personas quienes los llenamos de significado. Sin una verdadera voluntad, una intención reconciliadora, el gesto se desvirtua.

P: En otro de los relatos analizados te refieres al perdón como antidoto del propio odio…

R: A nadie le es ajeno que el perdón es liberador. Desata los nudos que nos ligan al pasado herido, a sentimientos autodestructivos como el rencor y los deseos de venganza. En este sentido podemos decir que si, el perdón es un buen antidoto para el propio odio. Por ello, creo que contar y/o crear relatos en los que el conflicto se dirima con dialogo reconciliador, es sembrar una buena fórmula para sanar fondos danados, cada vez mas habituales en nuestras sociedades.

P: El ultimo cuento del libro (Sopa de piedra) te sirve para explicar la labor del counsellor, una actividad a la que también te dedicas. ?Qué aporta tu libro a los profesionales del Counselling?

R: “Érase una vez el perdón” es el fruto de un trabajo de investigación realizado como proyecto final del Master de Counselling que he cursado en el Centro de Humanización de la Salud. En él he intentado cohesionar mi experiencia como narradora oral y la función del counsellor. Me gustaria pensar que el libro ofrece herramientas en los procesos de escucha activa. En las sesiones de narración soy muy consciente de los efectos que el cuento tiene en los mundos interiores de quien escucha, sea nino, nina, joven o adulto. Y me doy cuenta de que en ese momento, el narrador es un “acompanante” puntual en los procesos personales. Con el analisis de “Sopa de piedra” intento llamar la atención sobre el papel sereno e empatico del counsellor, que tiene en los cuentos un gran potencial. La narración de un relato puede favorecer que el ayudado saque los recursos que guarda en la “despensa del alma”.

P: Eres licenciada en Derecho; sin embargo, esa formación tiene poco que ver con lo que haces. ?Qué te llevo a alejarte de esa vocación inicial?

R: En realidad, siempre estuve mas inclinada a las letras, la ensenanza y los medios escénicos que a las leyes. Desde muy pronto perteneci al Aula de Teatro de la Universidad Autónoma de Madrid, donde estudié. A la vez escribia narrativa y teatro. Asi, sin mas remedio, los cuentos fueron guiando mi trayectoria vital. Me seducian mas los conflictos que se desarrollan en los estrados del alma, que las instancias legales. Sin embargo, la idea de una forma de justicia que pacifique me ha perseguido siempre. De hecho, estos planteamientos restaurativos con que trabajan algunos de mis antiguos companeros, me ha servido de referente en este trabajo.

P: Has recorrido Europa, Africa y América con tus espectaculos: ?Es muy diferente el publico de cada continente?

R: Si bien existen peculiaridades, preferencias de estilos o de temas, en realidad, los seres humanos tenemos las mismas necesidades afectivas: precisamos amar y sentirnos amados. Todos tendemos a esa armonia interior, ese sentimiento de complitud, que nos inspira la unión del héroe y la heroina; en definitiva el self interior, -la unión de nuestra parte masculina y femenina- del que hablaba Jung en su interpretación arquetipica de los cuentos.

P: Por ultimo, ?en qué consiste tu Cuensultorio”?

R: Lo he dado en llamar “Cuensultorio” porque en él entra en juego el caracter terapéutico de los cuentos. En las sesiones de escucha narro un cuento, que elijo a la vista del problema al que se enfrenta la persona ayudada; cada personaje, desde los protagonistas hasta los mas insignificantes, se convierten en distintos reflejos de la misma persona en proceso, con los que puede identificarse y dialogar. La experiencia resulta sanadora y ayuda en el camino de encontrar los propios recursos para superar situaciones dificiles de duelo, pérdida o crisis diversas. En los talleres, que llamo de “Acompanacuentos”, este trabajo se realiza en grupo. Las reacciones que brotan durante las sesiones, las reflexiones que se suscitan, son de una riqueza y profundidad que nunca dejan de sorprenderme.

 

Ana Garcia-Castellano

Ana Garcia-CastellanoAna Garcia-Castellano Garcia es licenciada en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid. Postgrado de Promoción a la Lectura en la Universidad de Castilla-La Mancha. Master de Counselling en el Centro Humanizar San Camilo. Como escritora y narradora oral, ha recorrido muchos centros de ensenanza, bibliotecas, Festivales y teatros de Europa, Africa y América. Su pasión por la sabiduria contenida en los cuentos la ha llevado a fundir su actividad como counsellor con la de narradora, tanto en los talleres que imparte como en sus sesiones de Cuensultorio. Realiza cursos y da charlas en numerosas instituciones y universidades nacionales e internacionales. Ha publicado diversos titulos de Literatura Infantil, relatos para adultos y novela juvenil.

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