En la mayoria de las ocasiones, el inicio de un trastorno alimentario o de un comportamiento autolesivo en jóvenes preadolescentes y adolescentes pasa desapercibido en su casa. Saben cómo disimularlo en el hogar; sin embargo, les resulta mas dificil hacerlo en la escuela si los responsables pedagógicos se mantienen alerta en torno a estos problemas. Con un personal concienciado, la escuela se convierte asi en un observatorio privilegiado para la detección precoz de los sintomas que desembocaran en estos trastornos.

La especialista inglesa en salud mental y bienestar emocional en ninos y adolescentes Pooky Knightsmith ha escrito una guia, dirigida principalmente a los profesionales de la ensenanza, con explicaciones sencillas y decenas de casos reales, sobre el modo de detectar precozmente los sintomas relacionados con estos problemas y la forma de afrontar los casos cuando se producen. Desclée De Brouwer acaba de publicar “Trastornos de alimentación y autolesiones en la escuela”, la obra de esta reconocida especialista, que es consejera de los principales organismos que luchan contra los desórdenes alimentarios y las autolesiones en su pais. Pooky Knightsmith conoce el tema en primera persona, puesto que ella misma padeció y superó este tipo de trastornos en su juventud.

La anorexia nerviosa, la bulimia y el trastorno por atracón son los tres desórdenes principales en la conducta alimentaria de ninos y adolescentes. A estos desequilibrios de orden alimentario se suman los derivados de un comportamiento autolesivo. Los preadolescentes y adolescentes se autolesionan en momentos de rabia, angustia, miedo o depresión, pero las autolesiones no son actos de intencionalidad suicida en el 90% de los casos, a diferencia de lo que mucha gente cree.

El libro de Knightsmith nos descubre a los lectores lo que hay detras de estos desórdenes y, principalmente, el modo de afrontarlos, una vez desterrados los mitos y las falsas creencias existentes en su entorno. La guia descubre los factores de vulnerabilidad y los desencadenantes que conducen al desarrollo de estas conductas e identifica los agentes protectores que ayudan a los estudiantes a reforzar su resistencia y capacidad para afrontar las dificultades.