“Pedimos demasiado a la palabra felicidad”

“Pedimos demasiado a la palabra felicidad”

Deberiamos empezar por desvelar qué nos lleva, por naturaleza, al sufrimiento y desde este autoconocimiento apartar los obstaculos que nos impiden una vida mas feliz, plena y satisfactoria. Reyes Adorna ha indagado en “El origen de la infelicidad” y Declée de Brouwer ha editado con ese titulo el ultimo trabajo -un lucido estudio sobre las raices biológicas de la infelicidad- de esta autora, especializada en escritura creativa y terapéutica. Hemos hablado con ella sobre este libro, que incluye decenas de ejercicios practicos y que dedica “a la especie humana, por buscar algo mas que la supervivencia en un mundo sin instrucciones”.

 

“Pedimos demasiado a la palabra felicidad”

 

P: ?Por qué esa dedicatoria?

R: Al igual que nos explican cómo funciona nuestro cuerpo para cuidarlo, deberian adjuntarnos un manual de instrucciones de nuestro cerebro y del uso de las herramientas con las que hemos nacido. Nos falta ese manual.

 

P: ?Qué te llevó a indagar el origen de la infelicidad?

R: Estaba un poco cansada de escuchar por todas partes expresiones como “No te preocupes”, “Vive el presente”, “Hay que pensar en positivo”, “No tengas miedo”…. La gente se siente culpable por no poder llegar a esas metas y yo queria transmitir que las emociones que llamamos negativas o las preocupaciones, todo aquello de lo que renegamos o que nos hace la vida mas desagradable, no son mas que herramientas utiles para la supervivencia.

 

P: ?Por qué son unas herramientas utiles?

R: Las tomamos como un rasgo de nuestra personalidad, como una torpeza o una maldad y no como un diseno que la evolución ha creado para ayudarnos a sobrevivir. El autoconocimiento es el primer paso para comprendernos, para reconciliarnos con esas emociones y gestionar lo mejor posible esas herramientas. Desconocer algo tan sencillo hace que, a menudo, queramos anularlas o quitarnoslas de encima lo antes posible.

 

P: ?Qué es, o deberia ser, la felicidad? 

R: La cuestión no es qué es la felicidad o si es posible conseguirla o si puede estar con nosotros todo el tiempo… Le pedimos demasiado a esa palabra y, de tanto buscarla y perseguirla, la alejamos mas. Creo que habria que darle la vuelta a la tortilla y empezar a desvelar primero qué nos lleva por naturaleza al sufrimiento y, desde este autoconocimiento, ir quitando, poco a poco, los obstaculos para una vida mas feliz, plena y satisfactoria. Este seria un objetivo mas realista y humano.

 

P: Somos infelices por desconocer nuestra naturaleza…

R: Lo que nos lleva a la infelicidad no es ninguna enfermedad: es el desconocimiento y la ignorancia sobre cómo somos. Seria un salto en nuestra evolución que nos ensenaran desde pequenos para qué sirven las emociones o qué ocurre cuando le damos demasiadas vueltas a un pensamiento. La imaginación crea escenas y emociones que no tienen nada que ver con la realidad, pero las vivimos como reales.

 

P: ?Nos complica la vida tener ese cerebro imaginativo? 

R: Pero no es una maldición de nuestro cerebro para fastidiarnos la vida, sino que esta disenado asi para protegernos. Si en aquel mundo brutal y peligroso de hace miles de anos no hubiéramos estado atentos a los posibles peligros y no  hubiéramos ensayado previamente la respuesta en nuestra imaginación, no estariamos aqui. Ya no vivimos en ese mundo tan peligroso y la supervivencia ha pasado a un segundo plano. Nuestras sociedades han cambiado, pero nuestro cerebro sigue siendo el mismo.

 

 

Educar las emociones, la mente y la inteligencia social

 

P: En tu libro hablas de la importancia de educar las  emociones, la mente y la inteligencia social… ?Cómo se hace?

R: Educar emocionalmente es ensenar para qué sirven y cómo funcionan nuestras emociones; reconciliarse con ellas y aprender a gestionarlas de la mejor manera posible. Educar la mente significaria aprender cómo funciona el pensamiento, qué ocurre cuando alimentamos mas de la cuenta una idea o cómo interpretamos, simplificamos y estructuramos la realidad, muchas veces de forma distorsionada. Educar socialmente es abrir los ojos a la realidad de los otros, desarrollar la empatia, saber poner limites a nosotros mismos y a los demas y favorecer la capacidad de estar en grupo sin perder nuestra individualidad. Se deberian ensenar estos tres aspectos en el sistema educativo para gozar de una sociedad mas tolerante, empatica, justa y feliz. Deberian existir asignaturas que hablaran de estos temas y que tuvieran el mismo valor académico que las asignaturas tradicionales.

 

P: Y mientras eso no se ensene en la escuela, ?Qué le dirias a una persona que nunca parece feliz y que no se contenta ni conforma con nada?

R: Le diria que es normal que le ocurra, que estamos hechos para detectar y desear lo que nos falta, porque nos vino muy bien para sobrevivir. Sin embargo, en esta sociedad opulenta, la mayoria de las cosas que deseamos no son necesarias y pueden convertirse en una trampa que nos lleva a la insatisfacción crónica. Quiza por esa razón, en paises pobres, donde lo que las personas pueden conseguir se reduce a casi cuestiones de supervivencia, no estan continuamente deseando y frustrandose.

 

P: Te refieres a una insatisfacción crónica, porque siempre deseamos lo que no tenemos…

R: Tenemos activado el llamado “radar de carencias”, un término que utiliza Pablo Herreros Ubalde, en su libro “Yo, mono”, que nos hace estar atentos a lo que no tenemos y que provoca que  nos pase desapercibido lo que tenemos. Es cuestión de educar y acostumbrar la mirada para activar lo que yo llamo el “radar de pertenencia”. Si lo educamos, empezamos a darnos cuenta de lo que podemos gozar, de todo aquello importante que, si lo perdiéramos, lo lamentariamos. Empezariamos a disfrutarlo de una vez.

 

P: Gloria Fuertes decia que “le hacia trampas a la tristeza para que no le ganara la batalla”, ?Hay trucos para ser feliz?

R: La frase “truco para ser feliz” me suena a engano, a ese parche que les ponemos a nuestros malestares, sin ir a la raiz del asunto. Es como si nos dijeran que tenemos colesterol y, en vez de explicarnos que la causa esta en una mala alimentación que ensucia y estrecha nuestras arterias, nos aconsejaran: “Tómate una pastilla y no te preocupes de nada mas”.

 

P: Sólo nos queda el autoconocimiento…

R: Vamos a dejar de vender y comprar trucos magicos para ser felices. Conozcamonos. Sepamos que la culpa no es nuestra, sino de nuestra falta de autoconocimiento. Venir sin libro de instrucciones tiene sus consecuencias, pero el ser humano poco a poco esta elaborandolo gracias a los avances neurológicos. Esa es la buena noticia.

 

Reyes Adorna Castro 

Estudió Filologia Hispanica. Trabaja de profesora de secundaria en la ensenanza publica, impartiendo clases de Lengua y Literatura a adolescentes y adultos. Se ha especializado en escritura creativa y terapéutica, en técnicas de control del estrés, en Terapia Breve Estratégica y Terapia Cognitiva. Actualmente imparte cursos y conferencias sobre crecimiento personal, autoestima y gestión de emociones en diversas organizaciones. Su investigación sobre psicologia, biologia, neurociencia y primatologia, le ha permitido adquirir un conocimiento interdisciplinar del comportamiento humano y acercarse a las raices mas profundas de nuestros malestares.

 

 

    Deja una respuesta