“Para vivir de forma plena hay que aplicar la Regla de las tres P”

“Para vivir de forma plena hay que aplicar la Regla de las tres P”

Vivir de una forma plena es algo al alcance de la mayoria de las personas y esto es algo que lo sabe bien el médico de familia Daniel Serrano Collantes, que se ha inspirado en su larga experiencia como médico de personas -“no hay enfermedades, sino enfermos”, como dijo el doctor Maranón- para escribir un breve libre que condensa en unas sencillas premisas la fórmula para vivir con plenitud; unas ideas inspiradas en casos clinicos de sus pacientes.

El libro “16 Ideas para vivir de manera plena”, publicado por Desclée de Brouwer, es una obra breve, de facil y amena lectura. Hemos conversado al respecto con su autor. 

P: Doctor: si le digo que me duele un brazo o una pierna, ?puedo estar diciéndole que, en realidad, me duele algo en el alma?

R: Tendria que hacerle una entrevista clinica completa para saberlo, pero es verdad que, a veces, detras de determinadas patologias, como cefaleas, insomnio o trastornos digestivos, por citar algunos ejemplos, hay somatizaciones de determinados trastornos psicológicos. Las emociones, los pensamientos; es decir, el bienestar psicológico juega un papel mas importante del que pensamos en nuestro bienestar fisico.

 

P: ?Es verdad que los médicos de familia son médicos de personas antes que de enfermedades?

R: Es lo que procuramos. Para los médicos de familia, como decia Gregorio Maranón, “no hay enfermedades sino enfermos”. Procuramos abordar  al enfermo de una manera global e integradora, teniendo presente las circunstancias familiares, sociales, laborales y psicológicas, que pueden hacer que una enfermedad sea diferente de una persona a otra. Por ejemplo, no es lo mismo un enfermo con depresión que vive sólo, que otro que tiene apoyo familiar.

P: En el prefacio del libro, su padre, el filósofo Rafael Serrano, defiende una concepción humanista de la medicina frente a una visión en la que priman el progreso técnico y la tecnologia…

R: Recuperar la concepción humanista de la medicina es una asignatura pendiente. En los ultimos decenios ha predominado el aspecto técnico unicamente -lo cual es, hasta cierto punto, comprensible, por el gran avance-, dejando de lado esa concepción humanista que es la base de la medicina. Como oposición a esta medicina excesivamente tecnificada, pero despersonalizada han ido creciendo alternativas como la acupuntura, homeopatia…, lo que se denomina “medicina alternativa”, en que la persona vuelve a estar en el centro. La medicina de familia, sin perder un apice de ciencia, enfoca desde una perspectiva personal la enfermedad, esa es su gran aportación. De todas formas, la tendencia esta cambiando y ya hay facultades de medicina en Estados Unidos que cuentan con departamentos de Humanidades y que ensenan a sus alumnos a profundizar en el modelo biopsicosocial, como complemento al modelo biomédico, que es el que ha predominado y es un tanto reduccionista.

 

P: Perdone que le interrumpa, pero vibra mi móvil: tengo un nuevo Whats App ?Puedo resistir la tentación de consultarlo de inmediato?

R: Dependera de los habitos que tenga. Yo le aconsejaria que cultive el habito de saber esperar. Estamos en una sociedad en que todo se quiere de manera inmediata y funcionamos a golpe de tecla. No se sabe esperar. Eso nos esta haciendo olvidar que, habitualmente, las cosas importantes de la vida requieren tiempo; por eso es bueno ejercitarse en el habito de saber esperar

 

P: El ser humano es cabeza y corazón, aunque a menudo nos puede la viscera y tomamos decisiones desafortunadas…

R: La cabeza y el corazón son necesarios para vivir, pero es bueno saber cómo funcionan. La afectividad, los sentimientos; el corazón, en definitiva, funciona de una manera autónoma, muy plastica, por lo que no somos duenos de ellos, pero no por ello estan desligados de responsabilidad. Debemos integrar cabeza y corazón, tener una afectividad madura, sabiendo que la cabeza es la que debe regir nuestra conducta. Si colocamos el corazón en primer lugar, como no somos duenos de nuestros sentimientos. iremos de aca para alla y esto tendra repercusiones en nuestra vida diaria; a veces, con decisiones desafortunadas, como decia.

 

P: Dice en su libro que la rutina tiene valor, no en cambio la monotonia. ?Cómo las diferencio?

R: La clave esta en la actitud interior con que afrontamos nuestro dia a dia, nuestra vida ordinaria. Pensemos en nuestra vida y concordara conmigo que las rutinas tienen valor. Pensemos, por ejemplo el error que seria que cada dia nos levantasemos a una hora diferente. El problema se presenta cuando afrontamos un dia detras de otro de una manera monótona nuestro trabajo, nuestra relación de pareja y el afrontarlo de una manera u otra depende de esa actitud que debemos procurar tener y que yo resumiria en “estrenar la vida cada dia”.

 

P: También me advierte en torno al sufrimiento anticipatorio…

R: Si. Es comprensible y normal que queramos tener seguridad, tener control sobre nuestra vida y lo que la rodea, pero no olvidemos que la seguridad total no existe y que no podremos tener el control absoluto. Hay aspectos en los que nosotros no podremos influir, que se nos escapen. Y esto es aplicable a muchos aspectos de la vida, entre ellos, la salud. Si mi padre hubiera tenido diabetes, un cancer de colon o Alzheimer, yo no podria hacer nada a este respecto, por lo que seria absurdo sufrir por eso. La actitud que debemos tener esta resumida en una frase de San Francisco de Asis y que me gusta e intento aplicar personalmente: “Dios: dame serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que puedo cambiar y sabiduria para reconocer la diferencia”.

 

P: Oiga, que me han diagnosticado un trastorno del “déficit de naturaleza”. Y eso, ?qué es? 

R: Asi como hace unos anos no se oia hablar de trastorno del déficit de atención e hiperactividad, puede ser que dentro de unos anos oigamos hablar del trastorno de déficit de naturaleza, que no es ni mas ni menos que la falta de contacto con la naturaleza. Hay cada vez mas evidencia cientifica de que el contacto con la naturaleza tiene un  efecto amortiguador del estrés diario y de que afecta especialmente a los ninos. Se ha comprobado que el contacto con la naturaleza mejora el rendimiento cognitivo de los ninos; por lo tanto, y a modo de conclusión, tenemos que favorecer, tanto en adultos como en ninos, este contacto, ya sea a través de una excursión al campo o, por lo menos, un paseo por un parque o jardin

 

P: Estoy ojeando las paginas salmón del periódico, pero usted me recomienda la familia como la mejor inversión…

R: Durante mucho tiempo nos han vendido que “tanto tienes, tanto vales” y eso ha ido calando en la sociedad, lo que  ha llevado a alterar su jerarquia de valores, consciente o inconscientemente, colocando en muchas ocasiones la vida laboral por encima de la familiar. También es verdad que las actuales circunstancias laborales exigen una entrega desmedida de tiempo, por el riesgo de estar el empleo cuestionado. Y esa sobredimensión de la vida laboral es un error. Aun recuerdo a un colega mio, que me comentaba un dia, un tanto entristecido que se habia perdido la infancia de sus tres hijas: salia temprano de casa a trabajar, cuando aun no se habian levantado, y llegaba cuando estaban acostadas. Y no lo olvidemos: no podemos volver atras; la maquina del tiempo sólo existe en las peliculas. Asi que, invertir en la familia es la mejor inversión, aunque, es verdad que muchas veces es una inversión que da  sus frutos a medio y largo plazo y no siempre la rentabilidad es la que nos gustaria, pero, por lo menos, sabremos que hemos hecho lo que estaba a nuestro alcance.

 

P: Antes de terminar: en su libro propone aplicar la “Regla de las tres P” para establecer los objetivos que nos conduzcan a una vida mas plena. ?En qué consiste esa regla?

R: Se trata de establecer ideas, objetivos -que yo siempre recomiendo escribir, ya sea en el móvil o en un cuaderno-, para poderlos releer y que sean practicos. Esta es la primera P; es decir: practicos, aspectos concretos. Por ejemplo, voy a apagar el móvil durante la cena. La segunda P es posibles: que estén a nuestro alcance. Por ejemplo, me voy a apuntar a clases de danza. La tercera P es progresivos, buscando el crecimiento, por un plano inclinado. Por ejemplo, esta semana haré cinco minutos de bicicleta estatica y la próxima haré diez minutos y la tercera semana, quince minutos. En el libro, sirviéndome de mi experiencia, con ejemplos y casos practicos, doy algunas ideas y pistas concretas, entre otros aspectos, sobre la pareja, los hijos, los amigos, la afectividad, el contacto con la naturaleza, las nuevas tecnologias, la medicación, la dimensión espiritual, el stress, la lectura y los viajes.

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