Tener un cancer es una experiencia dificil. Cuando sentimos que nuestra vida esta en peligro, nos invaden cuestiones nunca antes planteadas: ”?por qué me ha ocurrido esto a mi?, ?viviré unos anos mas para terminar lo que tengo pendiente?, ?hasta dónde podré aguantar?” El cancer es un intruso que se infiltra inesperadamente en nuestras vidas y que provoca una gran alteración en todo nuestro entorno socio-familiar.

Son muchos los avances cientificos conseguidos en el tratamiento del cancer. Gracias a ellos, disponemos de un arsenal terapéutico cada vez mas amplio e individualizado para hacer frente a esta enfermedad. Mas alla del paradigma clasico de dirigir el tratamiento hacia la lucha o la destrucción total de las células malignas, los descubrimientos mas recientes buscan frenar el crecimiento de la enfermedad para conseguir una convivencia pacifica y prolongada entre las células normales y las tumorales.

?Qué necesitamos para afrontar el diagnóstico de un cancer? Lo primero, información que podamos comprender sobre lo que nos pasa (el tipo de enfermedad y su extensión). A continuación, una adaptación emocional y existencial al impacto que supone este inesperado diagnóstico. Esta adaptación es un proceso vital, tremendamente variable en su expresión y en su duración, que depende de la forma de ser de cada persona y del apoyo socio-familiar del que disponga. Finalmente, deben plantearse las diversas opciones de tratamiento y elegir libremente la que consideremos mas adecuada en cada situación.

La labor de los profesionales sanitarios consiste en facilitar este proceso y en ayudar a que los pacientes puedan ir tomando el papel mas activo posible en cada una de estas fases: la informativa, la comunicativa/adaptativa y la deliberativa. Existe una tendencia actual a centrarse en la información sobre los datos cientificos de la biologia de la enfermedad, las pruebas realizadas, la histologia, los marcadores moleculares o las cifras estadisticas de supervivencia. Este “exceso de información” no adaptado a las necesidades del paciente provoca un bloqueo emocional e impide una toma de decisiones auténtica. El enfermo, al final, “se deja llevar por lo que le dicen” y se instala en la pasividad, en el miedo escondido o en la lucha resistente, sin llegar a desarrollar unos recursos internos equilibrados a la experiencia personal que esta viviendo.

Las habilidades comunicativas y deliberativas son el mejor medio para establecer una buena relación de ayuda con el paciente y sus familiares durante la trayectoria de la enfermedad. El aprendizaje de estas habilidades es un proceso largo y costoso en el que junto a los conocimientos teóricos es necesario madurar determinadas actitudes y habitos de comportamiento personal. Cuanto mayor es el nivel de la tecnologia, mayor es la necesidad del contacto humano. El mejor tratamiento comienza siempre con una buena relación personal.

No disponemos de muchas publicaciones en castellano que ayuden a los profesionales sanitarios a mejorar sus habilidades comunicativas y deliberativas. Algunas de ellas son demasiado extensas o excesivamente teóricas. La “Guia Clinica de comunicación en Oncologia” aporta un enfoque practico y estructurado para estimular el aprendizaje continuo de estas habilidades comunicativas y deliberativas, fruto de la dilatada experiencia de los autores y de la amplia revisión de la bibliografia nacional y anglosajona sobre este apasionante tema.

La lectura de este libro puede ser también de utilidad para los enfermos de cancer y sus familiares: aprenderan a comprender mejor la evolución de la enfermedad en sus diferentes etapas; a solicitar una información mas ajustada a sus necesidades; a reclamar un soporte integral durante el curso de la enfermedad; a participar de manera mas activa en todas las decisiones que afecten a su salud; en definitiva, a saber valorar la calidad de la asistencia sanitaria que reciben. Los mayores avances en el tratamiento del cancer no son solo el resultado de los grandes descubrimientos cientificos.

 Juan José Valverde