Entrevista con Ana Cardona: "No te paralices por el miedo a las cosas de la vida"

Entrevista con Ana Cardona: "No te paralices por el miedo a las cosas de la vida"

Al final, va a ser cierto eso de que tener esta actitud del eterno aprendiz ante las adversidades de la vida, ayuda. Por muy mal dadas que nos vengan las cosas, siempre nos quedara la posibilidad de aprender algo. Esa es un poco la actitud ante el cancer y la idea que transmites en el libro…

Si, la pregunta de ?qué aprendo de todo esto? Cuando lo pasaba mal, me decia ?qué aprendo de todo esto? (…) Por eso, muchas veces me siento a escribir sin saber qué voy a escribir…hay veces que se nota mucho en el libro, porque doy muchisimas vueltas hasta que de repente caigo en lo que aprendo. Pero yo me sentaba a escribir con la verdadera intención de “tengo que sacar algo de esto”.

“Cuando estuve enferma, dejaron de molestarme las tonterias, porque para mi era mucho mas importante vivir”.

Si hay una certeza que todos tenemos cuando nacemos es que nos vamos a morir algun dia, sin embargo, es curioso porque generalmente vivimos de espaldas a esa realidad. Si tuviéramos mas presente que tenemos fecha de caducidad, ?crees que disfrutariamos mas de la vida? ?O sufririamos mas?

Claro, es que una cosa es saberlo y otra es sentirlo de verdad…Y es curioso, porque ahora noto que cuando estuve enferma era mucho mas consciente de todo, es como si se te abriese la mente. Sin embargo, ahora, es verdad que vuelvo a quejarme por tonterias, y realmente me molestan esas tonterias. De verdad que, cuando estuve enferma, dejaron de molestarme las tonterias, porque para mi era mucho mas importante vivir. Realmente yo creo que no es lo mismo saberlo que sentirlo…sentir que a lo mejor me quedan cuatro meses de vida. Y es verdad que entonces pensaba: “?me voy a quejar por esta tonteria? Paso, voy a intentar ser super feliz ahora mismo y en los momentos en los que pueda serlo”.

?Cual fue tu primer aprendizaje cuando te diagnosticaron el cancer?

Me pareció alucinante que todas las cosas de las que me quejaba, de pronto las queria vivir. Para mi fue eso…que me quejaba de a lo mejor tener solo una semana de vacaciones por ahi y después tener que ir al pueblo…me quejaba de mi piso que es pequenito, me quejaba de muchas cosas de mi familia, de que si mi padre me dice esto o lo otro (…) y, de repente, fue sentarme y decir, ?pero si mi pisito mola mogollón! Eso ocurre cuando te das cuenta que puedes perder algo y, en mi caso, ?era perderlo todo! Y me decia: “?Cómo es que no he sido capaz de disfrutar de estas cosas?” Pensé que, en realidad, todos vivimos quejandonos –que es normal quejarse de no estar a gusto con mi jefe, por ejemplo- pero es que no nos damos cuenta de lo felices que somos realmente ?no? Y cuando te dices: “se acabó”. Ese fue el momento, ahi es cuando dije: “se lo tengo que decir a la gente”.

La idea era también despertar conciencias…porque es verdad que vivimos mucho tiempo con el piloto automatico conectado, sin darnos cuenta de nada…

Vivimos con el piloto automatico todo el tiempo, vamos corriendo a todos lados sin darnos cuenta del presente, de lo que estamos haciendo. Muchas veces me preguntan ?cómo puedes decir a la gente que se dé cuenta? Pues nada, simplemente que cuando vaya caminando por la calle, que se fije en la calle, en las aceras, ?por eso es mindfulness! Porque a lo mejor, la calle es super bonita, o a lo mejor, o hay un arbol super chulo, o a lo mejor no. O, a lo mejor, hace un dia estupendo. Es darte cuenta del momento presente. En el libro lo digo: ?dónde estas leyendo el libro en este momento? Parate, porque, a lo mejor, este momento en el que estas leyendo el libro, es buen momento. Es simple, pero es un buen momento: atesora los buenos momentos.

“Vivimos en una sociedad que nos dice; si haces bien las cosas, tendras buenas consecuencias ?y no es verdad!”

Por eso tu libro esta lleno de preguntas que lanzas al lector ?es una invitación a salir del modo piloto automatico?

Lo que voy haciendo es lanzando preguntas al lector, porque queria que tuviese esa parte de autoayuda. El libro empezó cuando me di cuenta, cuando fui super consciente de las cosas que yo tenia y que no habia sido capaz de apreciar hasta que dije: “igual me muero”. Y cuando me di cuenta de que el miedo a la muerte es muy distinto al miedo a las consecuencias de estar vivo. Es cuando me dije: “le tengo que decir a la gente que de cualquier cosa de la que tengas miedo, preguntate si es algo que puedes superar”.

Hablamos mucho del miedo a la muerte, pero lo que mas nos da miedo, a veces, es la propia vida…

Si, nos perdemos muchas veces en miedos mas tontos, que no son tontos ?ojo!, porque en la vida hay que vivir, trabajar, queremos tener pareja, que nuestros hijos estén bien. Pero esos miedos los vivimos como si se fuera a acabar el mundo y no…el mundo se acaba cuando se acaba. Y mientras tanto, la vida sigue, o sea ?no lo vivamos asi! Porque muchas veces nos paraliza el miedo a no encontrar trabajo, por ejemplo. Eso es lo que yo queria decir en el libro: no te paralices por el miedo que dan las cosas de la vida.

?Crees que nos cuesta aceptar que el sufrimiento forma parte de la vida?

Y que la vida es asi, si. Por ejemplo, para mi fue muy fuerte darme cuenta de que yo no habia hecho nada y que simplemente tenia cancer. O sea, la sensación es que vivimos en una sociedad que nos dice; si haces bien las cosas, tendras buenas consecuencias ?y no es verdad! Y te digo que, de alguna manera, esta bien también dejar el control; que parece que tenemos que tenerlo todo controlado en la sociedad de hoy. Pero la realidad es que hay algo que no controlamos, y una vez que lo aceptas, te empiezas a dar cuenta de que, en todo, hay algo que no te gusta, hay algo que no controlas hagas lo que hagas.

“La tristeza tiene la función de cargar las energias, sin embargo, vivimos queriendo anular todo eso”

La llamada “industria de la felicidad”, esa que parece que nos empuja a estar siempre contentos con eslóganes como “si quieres, puedes”… ?Crees que hace mas mal que bien?

Creo que vivimos un poco intentando negar la realidad. Y la realidad es que las personas sufrimos y que la felicidad no es estar todo el rato bien y que la perfección no existe. Y la exigencia de la felicidad en la sociedad, y eso de que “es cosa tuya si no eres feliz, si quieres, puedes” etc…bueno…eso causa mucha frustración y culpabiliza mucho también ese “claro, si yo no puedo, es por mi culpa”. Y esto también ocurre en el cancer, eso de que “es que, a lo mejor, si no tengo buena actitud no me voy a curar” y no. La medicina aqui tiene mucho que decir. Nos responsabilizamos demasiado. Es verdad que somos responsables de nuestro estado de animo, pero lo que no podemos hacer es negar que las personas tenemos emociones que no son placenteras. Pero las tenemos por algo y estan bien. Estan ahi, y cuando vienen hay que sostenerlas, porque estan por algo. Seria muy raro pasar por un proceso de cancer, por un duelo, por una separación, sin sentirse triste. Porque es que la tristeza tiene la función de cargar las energias, sin embargo, vivimos queriendo anular todo eso…la frase esta de ‘haz de todos los lunes un viernes’… no, mira, no. No me quites el ‘de lunes a jueves’ que, aunque tenga que ir a trabajar, lo que tendré que hacer es encontrar momentos que me gusten en el trabajo…?Pero es que un lunes es un lunes! y alguna vez la vida me va a ir mal…?seguro! Y a veces voy a pensar que no puedo con esto…?seguro! Pero es que a veces vivimos un poco en la exigencia de la felicidad, en el “si tu quieres, puedes”.

Al final de tu libro dices que aun no te identificas con la expresión superviviente de un cancer. Han pasado mas de dos anos de eso. ?Te ves ahora como superviviente?

Cuando te dicen 'superviviente de un cancer' y estas en ese momento, es dificil. Yo intenté no prestar atención a nada que me pudiera decir que no lo iba a superar y claro, la palabra ‘superviviente’ en si misma, habla de que estas sobreviviendo a algo. Ahora, claramente me veo superviviente. Aunque me parece que es cantar victoria antes de tiempo. En realidad me quedan dos anos para decir: ahora...ya si lo soy.

Aldara Martitegui - julio de 2021




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